****************************
*************************
Capítulo
escrito por Yess y Romiina.
Capítulo
13: ¿Realidad o cuento?
Yess pov.
Me desperté
por el malestar que sentía en mi estómago.
Me removí
incómoda cuando la cena de anoche subió hacia mi garganta, amenazando con
salirse por mi boca.
Me levanté
de un tirón, provocando un quejido de Jazz y corrí hacia el baño con la mano en
la boca. Me acerqué al váter y arrojé todo lo que podía y más.
-Cariño- me
llamó Jazz y mi cuerpo se puso en alerta, me levanté rápidamente, provocando un
ligero mareo y tiré de la cisterna antes de sentarme encima de la taza del
váter.
-No tienes
que ver esto, Jazz…- le dije con la boca pastosa e incómoda porque me viera en
este estado.
-Estoy
cansado de que siempre me digas lo mismo- sentí cómo se acercaba, pero yo no
levanté mi cabeza ni una sola vez- Mi vida- cerré aún más los ojos y una
lágrima se escapó de mi ojo derecho- Te amo más que a nadie ni a nada en el
mundo, ¿cuándo vas a creerlo?- su voz notaba su tristeza.
Me permití
levantar mi cabeza cuando sus delicados dedos se posaron en mi barbilla.
-Perdóname-
me levanté en un abrir y cerrar de ojos y lo abracé como si fuera la única cosa
en todo el mundo, y la verdad era, que sí, que era la única cosa en mi mundo-
No sé qué me pasa…- susurré con lágrimas en los ojos y apretándome más contra
su pecho.
-Shh, no
llores, hermosa- me retiró el pelo de la cara y me apretó más contra su pecho,
invadiéndome su varonil olor.
Al cabo de
unos minutos, se separó lo justo para poder mirarme a los ojos y éstos
mostraban preocupación de verdad.
-Preciosa,
no puedes seguir así- me perdí en sus pozos azules- Te voy a llevar al médico y
de hoy no pasa- me aseguró y yo fruncí el ceño- ¿Quieres que te lleve a la
fuerza?- abrí mucho los ojos- Llevas así una semana y ya he soportado bastante
tus “niñerías” de no querer ir al médico.
Lo miré más
profundamente y sabía que tenía la batalla perdida.
Sabía que
tenía razón, pero no me apetecía nada ir al médico…
-Está bien-
accedí por el bien de su salud mental e intenté sonreírle, pero no estoy segura
si salió una sonrisa o una mueca.
-¿Quieres
ducharte conmigo?- me sonrió con ternura y yo asentí como una niña pequeña.
Me desnudó
lentamente, acariciando cada parte de piel expuesta y a mí me hacía enloquecer.
-Jazz…-
suspiré cuando sus hábiles dedos llegaron a mi monte de venus, bajando mi fino
tanga despacio, sin prisas y con una pasión indescifrable.
Quedé
desnuda en poco tiempo y sus ojos eran tan oscuros como la noche, mirándome con
deseo en estado puro y su boca entreabierta, respirando entrecortadamente.
-Eres tan
hermosa- subió su mirada y atrapó la mía en un segundo- Te amo, te quiero, te
adoro y te deseo ahora- esa voz…
Me acerqué
a él con poca seguridad, en mi plena desnudez, y comencé a quitarle el nudo del
cordón de su pantalón de pijama.
Bajé mi
mirada hacia tu torso desnudo, deleitándome con esa blanca y perfecta piel y
esos abdominales, que estaba segura, eran mi perdición. Seguí mi mirada hacia
su exquisito ombligo y pasé mi dedo índice por el camino de bello que se
escondía en su zona sur.
-Oh, nena…-
gimió cuando mi juguetón dedo se perdió por dentro de su bóxer y tocó su duro
miembro.
Lo
siguiente que pasó, pasó muy rápido para mis lentos ojos.
Jazz quitó
mi mano, con una delicadeza extrema, de su zona sur y me alzó sin ninguna
dificultad. Mis brazos se enroscaron en su cuello, al igual que mis piernas en
su cintura, sintiendo esa parte dura y delicada, de su anatomía, rozar mi
centro.
Solté un
gemido incontrolado.
Sentí cómo
nos movíamos un poco y luego me dejó encima del frío mármol del lavabo. Abrió
mis piernas aún más y mis manos se quedaron en sus fuertes brazos, sintiendo
sus músculos tensionados al bajarse el pantalón y el bóxer con rapidez.
-Eres
perfecta- susurró antes de besarme en la frente y posicionarse en mi entrada.
Agachó un
poco su cabeza y comenzó a besarme justo debajo de mi oreja, volviéndome
completamente loca con esa zona tan sensible.
-Jazz…-
gemí audiblemente y él acercó su mano a mi abrasivo centro y lo embistió con su
pulgar, sintiendo mi tan espesa humedad.
Cerré los
ojos y tiré mi cabeza hacia atrás, arqueando mi espalda.
-Estás tan
lista para mí…- susurró en mi oído con su voz sensualmente ronca, sintiendo en
mi bajo vientre un latigazo placentero, provocando que abriera los ojos de
golpe.
De repente,
su dedo desapareció de mi cavidad y levanté mi mirada, directamente a sus ojos.
-Te amo-
susurró antes de penetrarme suavemente, sintiendo cada centímetro de piel,
llenándome por completo.
Me besó
apasionadamente en los labios y me sentí incómoda, no quería que mi aliento
oliese mal por el asqueroso vómito y él se dio cuenta, parando su nueva
embestida.
-No te
apartes, por favor, eres exquisita- pegó su frente a la mía y me perdí en las
profundidad de su mirada- No te sientas incómoda, mi vida- susurró dulcemente,
sonriendo con mi sonrisa favorita.
Asentí,
olvidándome un poco del tema y rozó mis labios suavemente, como sentir en tu
cara las alas de una mariposa.
Sentí que
me penetraba de nuevo y mis talones empujaron su trasero, provocando que se
hundiera más en mí y que ambos gimiéramos audiblemente.
Su gruñido
provocó otro tirón en mi bajo vientre y sabía que pronto alcanzaría mi propio
cielo.
-Oh, Jazz…-
gemí cuando sus dos manos bajaron por mi cuerpo hasta enroscarse en mi trasero,
poniendo cada palma en cada glúteo, haciendo que nuestros cuerpos se pegaran
aún más.
Ahora sí
que estábamos, totalmente, unidos en una sola persona.
El vaivén
era perfecto. Mis talones empujaban su cuerpo a la par que él, con sus grandes
manos, empujaban el mío con firmeza.
No necesité
mucho más para que mis paredes internas apresaran su miembro, provocando otro
gruñido por parte de Jazz, justo en mi oído, colándose su aliento en él y
haciéndome gritar como una loca.
-¡JAZZ!-
arqueé mi espalda con los ojos cerrados y él lamió mi pezón derecho mientras
sus embestidas iban más rápidas.
-¡YESS!-
sentí cómo se derramaba en mí y su frente se pegó en el hueco de mi cuello,
buscando oxígeno desesperadamente.
Cuando pude
ser consciente de mi alrededor, abrí los ojos y comencé a acariciar su pelo,
enredándolo entre mis dedos, sintiéndome plena. Él me dio besos húmedos por
todo mi cuello y se separó de mí cuando mi bello se puso de punta a causa de la
brisa que entraba por la ventana del baño.
-Vamos, no
quieres que te pongas peor, hermosa- me besó en la frente y se encaminó
conmigo, sin salir de mí, hacia la ducha.
Abrió el
grifo y esperó unos segundos antes de salir completamente de mí, sintiéndome
vacía por un momento, y me dejó con suavidad de pie, bajo la deliciosa agua
caliente.
Se metió
detrás de mí y comenzó a enjabonar mi pelo, cerré los ojos de placer cuando sus
dedos tocaron mi cuero cabelludo. Cuando terminó, me enjabonó la espalda, mi
trasero y mis piernas en una sincronización perfecta, sintiendo sus hábiles
manos por toda mi anatomía. Me giró con suavidad y me sonrió inocentemente
antes de enjabonar mi cuello, mis pechos, mi abdomen… y así hasta llegar a mis
pies.
Cómo había
tenido tanta suerte de tener a este hombre para mí sola….
Sin duda,
era la mujer más afortunada de todas.
Me enjuagó
rápidamente y él hizo lo mismo con su cuerpo, lo enjabonó y le ayudé a
enjuagarlo, acariciando su delicado torso cincelado en mármol.
Salimos de
la ducha y me puso una toalla extra gigante y me secó el cuerpo y luego el
cabello. Nos dirigimos hacia la habitación y nos vestimos rápidamente.
-Ahora, sí,
vamos al médico, preciosa- me sonrió antes de besarme en la frente. Me cogió la
mano y bajamos hacia la planta inferior, pasando por el cálido salón y llegando
hacia la puerta principal.
-Esta casa
tiene un encanto excepcional- susurré antes de que me abriera la puerta del
copiloto de su BMV.
-Tendría
más encanto si tú te vinieras a vivir conmigo- me dijo seguro antes de robarme
un beso y dirigirse hacia el asiento del conductor.
-Ya hemos
hablado de eso, Jazz…- le dije cuando encendió el motor.
-Lo sé y
espero que pronto cambies de opinión, te quiero las veinticuatro horas del día
y siete días de la semana para mí- me quemó con la mirada y se lamió el labio
inferior antes de dirigir su atención a la carretera.
¿Podría
abandonar mi apartamento, mi cama, mi armario, toda mi vida para irme con Jazz
a vivir?
De momento
no podría hacerlo, había algo todavía, que no sabía qué era, que me impedía
tomar esta decisión, que sin duda, cambiaría mi vida para siempre.
PVO ROMINA
Alcé mi
mirada, llevaba días el mismo sueño: Yess tirada en el piso, bañada en sangre
que comenzaba a coagular y Jassper a sus pies cargando un pequeño bebé de
apariencia de estar recién nacido... ¿Qué significará este curioso sueño?, ¿Una
simple pesadilla?, ¿Será mi ex novio un asesino psicópata?, ¿Estará segura con
él mi pequeña TODO?
Voltee
exasperada a mi costado, intentando que
con el cambio de mi panorama mi mente se aclarara, tardó un poco, pero en
cuanto observé a mi hombre profundamente dormido, ese que aún de noche su
rostro blanco resplandecía con un brillo platinado remarcando sus gruesas
facciones, demostrándole a la misma Luna el increíblemente guapo Adonis que
tenía enredado en mis sábanas… ¿Tanta belleza es posible?, ¿Es que el amor
siempre es tan simple?, ¿Realidad o un simple cuento?
-Déjate
de regañar a ti misma joder. Arruinarás lo que tienes por vivir mordiéndote las
uñas-. Me reprendí mentalmente, por lo que dándole la razón a mi subconsciente,
me acurruqué en mis colchas, me arrastré lánguidamente al pecho de Emm y me
dispuse a dormirme embriagada en el aroma de su ser...
Horas más
tarde me desperté con Emmet vuelto a la mitad hacia la ventana, aun profundamente
dormido y con mis brazos atravesando su fuerte pecho, suspiré complacida, no
podría haber alguien mejor en mi vida que él y de eso, estaba totalmente
segura.
Sonreí y me acerqué lentamente a él poniendo mis
labios sobre el hueco de su cuello, empecé a dar ligeros besos por su cuello y
el lóbulo de su oído, como si fueran los suaves aleteos de una mariposa que
roza tu cuerpo en un soleado día de primavera.
Mi novio no
tardó en darse cuenta de mi presencia y con sus fuertes brazos se dio la vuelta
atrayéndome a su pecho en un movimiento grácil y rápido, prontamente terminé a
horcajadas sobre él con una sonrisa juguetona.
-Buenos
días-. Saludé de perfecto humor alzándome ligeramente hacia delante provocando
un pequeño suspiro ahogado de parte de mi hombre.
-Buenos
días preciosa, ¿Cómo amaneció la mujer más bella del mundo?-. Cuestionó con una
hermosa sonrisa que mostraba sus hoyuelos que le hacían ver coqueto y
encantador a la par.
-Tengo
muchísimas ganas de un postre, ¿Qué te parece si eres el mío?-. Dije en el tono
más inocente que encontré en combinación perfecta con una seductora mirada por
debajo de mis pestañas.
-Creo que
eso se puede solucionar fácilmente, aunque creo… Que mejor yo quiero comer
postre antes-. Sonrió malicioso saliendo rápidamente de mi agarre y la
habitación.
Cuando
volvió traía consigo chocolate líquido y un pequeño platón de cerezas, sonreí,
sorprendida de su creatividad y pregunté:
-¿Y ahora
cuál es tu plan?-. Murmuré alegre.
Emmett se
adelantó hacia mí, me dio la vuelta e hizo un camino por mi columna vertebral
con las cerezas que después cubrió con el chocolate líquido, mi cuerpo temblaba
extrañado ante la sensación del tacto frío de las cerezas contra mi piel.
Los besos
de mi novio empezaron lentos, solo moviendo un poco las cerezas de su lugar
haciendo lento, muy lento, su recorrido por mi espalda, de regreso las cerezas
fueron desapareciendo y en su lugar besos húmedos cubrieron mi columna.
Justo
cuando desapareció el último resquicio del “postre humano” en el que me había
convertido, me voltee lo más rápido que pude lo devoré con las ansias de mis
labios, mis manos ociosas recorrían su pecho fuerte, sus marcados abdominales,
sus musculosos brazos…. Su ancha espalda, justo cuando mis manos se detuvieron
un poco en ese punto Emm pasó una de sus manos muy cerca de mi Monte de Venus y
no pude evitar la ligera contracción en un mi interior ante la anticipación de
lo que se venía.
Justo
cuando mis manos se dirigían a su bóxer él se alejó de mi de la nada, con total
seriedad como si no hubiese estado pasando nada aquí, suspiré confundida
quedándome en mi posición y justo cuando iba a gatas a la esquina de la cama
para tomar mi vida sentí dos dedos entrar de lleno en mi entrada y no pude
evitar gemir ante la invasiva y grata sorpresa de su tacto.
-Jamás te
dejaría a mitad del postre, querida-. Susurró en mi oído con voz ronca y yo no
pude más que hacer puños en las sábanas, intentando mantener la cordura.
Una de sus
manos se adelantó a mis senos y comenzó a pincharlos y jalarlos ligeramente
sacando audibles suspiros de mi boca; todavía no estaba si quiera dentro mío y
estaba yo ya muy cerca de llegar a mi paraíso personal…
-Emm... Por
favor, te quiero… conmigo-. Supliqué con la pizca de concentración que me
quedaba, pero en lugar de eso me enderezó con sus fuertes manos sacó sus dedos
y me dejo sentada sobre mis talones para empezar a embestir mi clítoris sin
ninguna piedad, dándole tortuosos círculos y entrando a la vez con su pulgar,
llevando un ritmo errático que me estaba llevando a la locura.
Haciendo
acopio de toda mi fuerza me voltee deshaciéndome de su agarre, lo empujé sobre
la cama y me senté a horcajadas sobre él, uniéndonos de una sola vez y marcando un vaivén acompasado y armonioso.
No falto
mucho para que ambos llegáramos a tocar nuestro propio cielo, envueltos en
éxtasis de amor nos desplomamos plenamente sobre la cama.
-¿Quieres
que vayamos por algo para desayunar?-. Pregunté tras unos minutos de cómodo
silencio cuando sentí que mis tripas comenzaban a reclamar alimento.
-Suena
bien, ¿Dónde quieres que comamos?-. Me preguntó con sus hermosos ojos
chisporroteando alegría.
-Muero de
ganas por ir al iHop y comer millones de
waffles-. Reí sonrojada ante mi extraña petición de desayuno, sabía que era
infantil, pero en verdad tenía antojo de eso desde que llegué a Chicago tres
semanas y media atrás.
-Entonces
arréglate preciosa, en lo que yo voy a hacer unas llamadas, me baño y
nos vamos-. Concedió dándome un ligero beso en la frente y saliendo de la
habitación.
Me metí a
bañar y preparé mi conjunto en tiempo récord, ya que no me gustaba hacerlo
esperar y más allá de eso, tenía una verdadera hambre, que bien podría comerme
una vaca entera yo sola.
Rebusqué en
nuestro closet compartido y me encontré con unos pantalones de pitillo rojos,
una blusa negra sin escote en el frente, amarrada en el cuello y con la espalda
destapada y unos preciosos tacones Prada a juego con los pantalones; asentí
sonriente satisfecha de mi decisión, me maquillé muy ligeramente y en menos de
veinte minutos yo ya estaba tomando mi bolso y caminando hacia la sala del
apartamento.
-Estás
bellísima y no me cansaré de decírtelo-. Dijo Emmet mientras me hacía una
reverencia totalmente caballeresca.
-Muchas
gracias, pero tú no te quedas atrás, eres un hombre perfecto-. Respondí
sonriendo enormemente, a estas alturas comenzaba a pensar que o tenía un ligero
parentesco con “Chesire” de “Alicia en el país de las maravillas” ante tanta
risa de mi parte.
-Gracias
amor, se hace lo que se puede para ser digno de una mujer tan hermosa. Me iré a
bañar, no tardo, ya está hecha la reserva en el iHop-. Anunció Emm caminando a
paso rápido al baño.
Me senté en
el mullido sillón de nuestra sala y suspiré mientras recordaba otra vez ese
horrible sueño que me llevaba persiguiendo casi un mes… Mi piel se puso de
gallina en pensar que todavía no podré ver a mi pequeña TODO hasta dentro de
poco más de seis días.
Decidí no
darle muchas vueltas al asunto y llamarle, finalmente, me desengañaría de mis
locuras si la escuchaba, eso pasaba cada que la escuchaba estas últimas tres
semanas en las que parecía que estaba completamente enamorada de Jazz.
-¡Hermosa
hermana mía!-. Canturreó Yess al otro lado de la línea, sonreí se le
escuchaba feliz, pero al fondo se podía distinguir…. ¿Cansancio?, ¿Serían más
problemas con el profesor de artes que habían despedido?, ¿Problemas en el
paraíso?
-¿Cómo está
mi pequeña adorada?, ¿Todo bien por allá?-. Pregunté haciendo mi mejor intento
de mimarla a larga distancia, aunque eso no quitaría que en la noche le
llamaría por Skype para nuestra acostumbrada conferencia interminable.
-No
deberías preocuparte y mejor deberías dedicarte a gozar de tu carrera, tu
hombre y las maravillas que Chicago pone a tu disposición-.
Reprendió Yessi con
un ligero tono maternalista para después continuar: -Nosotros estamos muy bien, cada
uno tenemos nuestra casa, ya sabes que yo jamás dejaría el apartamento solo;
pero Jazz se queda algunos días y yo me voy otros. La clase de artes con la
profesora Santos es mucho mejor que con Spencer y me tiene muy feliz, somos el
salón más destacado de la carrera-.
-¡Qué
alegría me da escuchar eso cariño!, realmente no dudé ni un segundo que estando
ustedes dos en el mismo grupo con una profesora como Michelle no tardarían en
destacar. Por cierto, ¿Qué sucedió con aquella intoxicación con las gambas?,
¿Ya estás bien totalmente?, aún te escuchas algo débil y ha pasado mucho, ¿No
te habrán diagnosticado mal?-. Inquirí realmente mortificada.
-Hoy me iré a hacer
unos chequeos de sangre, realmente me he sentido bien, llevo mucho sin tener
esa clase de malestares. Solo he tenido demasiado sueño últimamente-. Contestó mi pequeña TODO con total
tranquilidad.
-Vale nena,
pero dile a Jassper que te deje dormir más, eso de hacer tantas actividades
nocturnas te están dejando desgastada-. Bromee mientras escuchaba como
estallaban un par de carcajadas al otro lado de la línea, seguramente ella lo
había buscado a él cuando escucho mi tono de sorna.
-Jajaja, claro que no
es eso Romi, preciosa. Pero bueno, te dejo, seguro apenas desayunarán y no les
quiero entretener. Te adoro hermana, suerte en Chicago, salúdame a Emm-. Dijo despidiéndose a lo que solo
intercambié algunos saludos más y colgué el teléfono.
-¿Todo bien
en casa?-. Preguntó Emmet acercándose a mí
y dándome un abrazo.
-Perfecto,
Jazz y Yess parecen hacer una hermosa pareja. Ella está algo desgastada, pero
seguro es por la carrera-. Respondí más por calmarme a í misma que por
contestar su cuestionamiento.
-Vámonos a
desayunar entonces-. Dijo tomando mi mano mientras salíamos del apartamento,
para después subirnos a su enorme Jeep y tomar un tramo de carretera para
dirigirnos a mi restaurante.
Puse mi
celular en la radio y se comenzó a escuchar una canción perfecta para esta vida
de ensueño…
No más
secretos,
Hoy me
dirás si lo que siento es realidad o es sólo un cuento,
Tú eliges
si sigo sufriendo.
Todas mis
dudas, ya no serán tan inútiles
Un simple
eco, ya no más secretos.
Si este
amor te importa, no sueltes mi mano,
Si te
sientes triste, pelea y resiste.
Eres
fuerte aún no te rindas.
Te voy a
proteger entre mis brazos
Y seré
aquello que siempre has soñado…
Seré
aquél viento que despierta dentro,
Seré el
destino nunca puedes escogerlo…
El amor
una cosa simple es y ahora te lo demostraré…
Solo
contigo soy yo mismo,
Ese que
siempre te quiso,
El que
por ti nunca pensó en el fracaso,
Yo decido
donde van mis pasos.
Esta es
mi gente, estas son mis lágrimas y mis calles,
Los
puentes que cruzaré si cruzas conmigo.
Quiero
que recuerdes que he sido sincera,
Te pido
que pienses en todo lo bueno,
Yo te
daré todo lo que tengo.
Te voy a
proteger entre mis brazos
Y seré
aquello que siempre has soñado…
Seré
aquél viento que despierta dentro,
Seré el
destino nunca puedes escogerlo…
El amor
una cosa simple es y ahora te lo demostraré…
Amor mío
apriétame la mano y se mi fuerza,
Que
empieza un viaje del que nunca se regresa.
Aunque
recuerda tú eres más que la nostalgia
Que la
amargura, que las lágrimas,
Que la
guerra con la tristeza…
Tú eres
mi cielo.
Te voy a
proteger entre mis brazos
Y seré
aquello que siempre has soñado…
Seré
aquél viento que despierta dentro,
Seré el
destino nunca puedes escogerlo…
El amor
una cosa simple es y ahora te lo demostraré…
***********************************************
¡Hola, mis Diosas!
¿Qué tal lleváis la semana? Espero q muy bien.
¡AL FIN UN NUEVO CAPÍTULO DE ESTA INCREÍBLE HISTORIA!
Yess, cariño, no sé cómo agradecerte q hagas mi sueño realidad... Estar leyéndote me ha inspirado de una manera q ahora no puedo parar de escribir y eso es algo realmente increíble.
Como siempre, me has dejado fascinada con tu parte, me ha encantado el punto q le das a Romiina y a Em, es muy sexy y me encanta!!
Nenas, ¿Qué creéis q pasará? ¿Tendrá algún sentido el sueño de Romina?
Espero q nos digáis vuestras maravillosas opiniones, queremos mejorar para vosotras y no nos queremos quedar estancadas!
Gracias por entrar en el blog y dejar vuestros saludos y tomaros vuestro tiempo en comentar, ¡me hacéis realmente feliz!
Muchos besos y abrazos.
Nos vemos el jueves con Mezcla de Sentimientos ;)
Romiina Dalyn.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios son la base inicial que todo escritor necesita para que su inspiración fluya. Tu opinión es muy importante para mí.
Por favor, ¡NO TE VAYAS SIN COMENTAR!