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DEJA VÚ DE UNA HISTORIA DE AMOR.
Capítulo escrito por Yess.
Capítulo 1.
PVO ROMINA.
La mañana había
comenzado de buena manera, las cosas para el baile de verano no podían pintar
mejor, las cosas estaban ya acomodadas en su lugar, la comida esperando a ser
servida en el frigorífico… El salón estaba adornado con bellos listones de tul pasando
de lado a lado y a la entrada unos hermosos ramos de tulipanes y
rosas blancas daban la bienvenida a todos los presentes, aquél era
el lugar obligatorio para la foto en pareja.
Mientras yo terminaba
de elegir la música para el baile, mi amiga Yess removía inquieta de lado
a lado grandes centros de mesa eligiendo la posición optima para que
luciera todo, reí por lo bajo al ver como por el estrés del día se había
olvidado de irse a cambiar, faltaban tan sólo 4 horas para la fiesta y ella aún
seguía en sus típicos jeans, converse negros y una polera ajustada de manga
corta blanca.
-Yess, es hora de
irnos a cambiar, nosotras organizamos, se verá muy mal que nos salgamos a media
fiesta, ¿No crees?-. Hablé lo más alto que pude, llamando la atención, (para variar)
de todos los chicos presentes.
-Hay Romi, ja,ja,ja,
tu siempre destacando por bonita-. Sonrío mi amiga mientras daba pequeños
brinquitos de emoción.
Yo la miré un tanto
sonrojada mientras negaba con la cabeza, ella también era un sol, solo que le
encantaba pasar inadvertida, bastante contradictorio ya que es actriz.
Atravesamos la facultad en un tiempo récord, generalmente hacemos de 10 a 20
minutos caminando del salón de eventos a nuestro edificio, pero hoy ya que
teníamos prisa corrimos para llegar antes a nuestro piso, una vez dentro Yess
vació el closet buscando un vestido para cada una, mientras yo preparaba los
maquillajes, broches y demás, cuando menos pensé vi como mi amiga se acercaba
con mi vestido perfecto: un vestido de color champagne de escote en “V” sin
manga, con un lazo ceñido a la cintura, cayendo en cascada (algo entallada, por
cierto) hasta arriba de mis rodillas, la tela de seda color brillante
acompañada de una capa de una tela más delgada y opaca, a juego con unas
zapatillas altas de finas tiras envolviendo mi pie.
-¿Qué opinas?-.
Preguntó mi amiga poniéndome el vestido en frente, sosteniéndolo casi
solemnemente.
-Es muy bello nena,
gracias, me fascinó-. Dije sonriendo mientras tomaba en mi regazo con suma
delicadeza el vestido, imaginándome con el esta noche, que no sé porque
presentía sería algo especial.
Caminé hasta el
armario y saqué de su interior un vestido corto color azul ultramar corto sobre
las rodillas, de escote en “U”, sin manga, acinturado, liso, con unos tacones
con una correa a la altura de los dedos a juego con el vestido, era sencillo y
llamativo a la par.
-¿Qué te parece?, ¿Te gusta?-. Cuestioné mientras
me imaginaba a mi amiga enfundada en este vestido y le sonreía con delicadeza.
-Es hermoso-. Sonrío mi amiga dando pequeños
saltitos, mientras que tomaba ambos vestidos y los ponía sobre nuestras camas
para comenzarme a maquillar, con toques discretos y muy naturales, únicamente
resaltando algunas facciones, mientras que a mi cabello lo dejó caer libre
sobre mi espalda, únicamente poniéndole un broche de lado del color del
vestido.
Después de cambiarnos y terminarnos de arreglar,
nos miramos en el espejo de techo a piso que teníamos en el baño y ambas reímos
complacidas, definitivamente la fiestas sería un éxito, minutos después ya nos
encontrábamos caminando hacía el evento, a nuestro paso nos encontramos
con algunas otras chicas, compañeras de facultad quienes hicieron nuestro
trayecto más ameno, todas reíamos recordando anécdotas o viendo como Yess o yo
nos sonrojábamos furiosamente dado a alguna broma, claro no nos quedábamos
cayadas y respondíamos con bromas de igual o peor magnitud, poniéndonos a
todas en la misma situación más de una vez en el recorrido.
Una vez dentro de las instalaciones, todas nos
separamos debido al gentío que ya estaba dentro prontamente le perdí la pista a
mi amiga, a lo que en un suspiro me dirigí a la mesa de invitados de primer
ingreso, había gente de todas las matrículas así que la noche se mostraba bastante
amena y prometedora, cuando llegó el momento de la cena me di cuenta que toda
la noche había sentido una mirada tierna y abrigadora sobre de mi,
discretamente busqué por toda el aula al dueño de aquella mirada que despertó
tanta curiosidad en mi, justo cuando estaba por darme por vencida, lo encontré…
aquél joven de preciosos orbes azules, cabello rubio cenizo ondulado, rostro
marmoleo y perfectamente bien esculpido, de aspecto sureño.
Mis pensamientos perdieron hilo en el instante que
nuestras miradas se encontraron, era como dar un clavado a una piscina de agua
clara y transparente, que te hacía sentir acompañada, protegida… respetada.
-“Hola”-. Gesticuló disimuladamente, mientras que
un sonrojo subía por mis mejillas, sin pensarlo me levanté tranquilamente de la
mesa y caminé pasando por la multitud hasta llegar a él, quien me miraba
sonriendo de medio lado…
-Hola-. Contesté con una sonrisa, el me miró tomo
mi mano y dio un pequeño beso sobre el dorso de mi mano, mientras se
presentaba:
-Jassper Withlock-. Se presentó, a lo que yo asentí
mirando todo el gentío que acababa de atravesar y sin querer soltaba una
risilla.
-Romina Kalisti-. Dije asiendo una pequeña
inclinación de cabeza, el demostraba muchos modales así que debía comportarme a
la altura.
-Hermoso apellido-. Me dijo de nuevo con su
deslumbrante sonrisa, a lo que no puede más que asentir, al poco rato me invitó
a su mesa y nos dedicamos a charlar animadamente, entre nuestra platica me
demostró que no solo era alguien guapo, sino que también era culto, con ideales
y metas a futuro, pudimos hablar sobre temas varios desde su carrera como
profesor de historia universal hasta mi carrera de filosofía y letras, era un
gran chico… no podía esperar por presentárselo a Yessi, seguro moriría de gusto
al verme feliz.
-¿Así que tú organizaste esto?-. Preguntó Jazz
incrédulo mirando todos los decorados.
-Sí, mi amiga y yo nos esmeramos bastante en esto-.
Contesté suspirando un poco, me sentía levemente preocupada porque nadie me
supiera dar razón de ella, esperaba que se encontrara bien.
-Romina… tal vez te parezca apresurado, pero me
gustaría que saliéramos mañana, claro solo si tu quieres y puedes-. Me dijo
sonrojado, causando una mirada de ternura de mi parte, este chico podría tener
a la chica que quisiera y aún así se apenaba, cada vez me sorprendía más.
-Claro, te veo mañana, ¿A qué hora puedes?-.
Cuestioné animosa.
-A las 3 y pasamos la tarde juntos, ¿Te parece?-.
Inquirió de vuelta, a lo que yo asentí alegre y comencé a planear el día de
mañana.
-Es tarde-. Dije un rato después rompiendo el
cómodo silencio en el que nos habíamos sumergido, Jassper me miró resistente a
despedirse, pero finalmente bufo por lo bajo, sonrío amablemente y me acompañó
a mi dormitorio, en donde nos despedimos con un dulce pero medido:
-Hasta pronto-. Dijimos al unísono, mientras yo
caminaba escaleras arriba, cuando llegué a mi alcoba Yess ya me esperaba en
ella, repantingada en el sillón doble de nuestra pequeña sala, cuando escuchó
el ruido de la puerta entreabrio un ojo para ver cómo me metía y encendía la
luz, causando una mueca de parte de mi amiga, quién tenía cara de haber estado
durmiendo desde hace un rato.
-TE TENGO QUE CONTAR ALGO-.Gritamos a la par, por
segunda vez en esta noche había coincidido mis palabras con la de otra persona,
aunque con mi amiga esto era frecuente, así que rodee los ojos y dije:
-Tu primero-. Hablé en lo que me sentaba en el
sillón doble frente a mi amiga quien estaba roja cual tomate recién cosechado.
-Verás hoy en el baile… conocí a un chico
maravilloso, bromista, soñador, tierno… la pasé increíble con él, era como si
lo conociera de años, realmente fue… mágico-. Concluyó entre suspiros y
sonrisas.
-Vaya, y ¿Cómo se llama el afortunado?-. Mencioné
curiosa.
-Emmett-. Dijo como si de un poema se tratase, mi
amiga era muy difícil que se enamorara y verla así me provocaba bastante
alegría.
-Me lo tendrás que presentar, para darle la
aceptación por completo-. Advertí en tono juguetón, Yessi sonrío, pegó un brinco
hacia mí y me dio un fuerte abrazo.
-¡Claro!, pero ahora cuéntamelo todo tu a mi-.
Me dijo con tono emocionado sentándose frente a mí en el tapete con las
piernas cruzadas.
-Pues cuando estaba sentada en la mesa, sentí la
mirada de alguien sobre mi y movida por la curiosidad indagué hasta encontrar
al dueño de aquella mirada tan profunda y maravillosa… me acerqué a él,
comenzamos a hablar y… hemos quedado para mañana en la tarde-. Conté finalmente
con el corazón queriéndose salir por mi garganta de la emoción.
-¡QUE FELICIDAD!-. Canturreó mi amiga abrazándome y
corriendo hasta nuestra habitación, sin darme tiempo de nada se sumergió en lo
más profundo del closet durante lo que para mi pareció una eternidad, justo
cuando me iba a meter al closet haber si no había encontrado Narnia y escapado,
Yess salió a paso campante con una bolsa de ropa en sus brazos.
-Mira tú atuendo para mañana-. Al hablar sacó de la
bolsa una falda de mezclilla azul marino entallada y corta, una blusa
beige y una chamarra a juego con la falda, claro sin olvidarse de mis
amados tacones, en esta ocasión eligió unas zapatillas altas con una tira de
pedrería que atravesaba mi pie, dándole un toque elegante pero no muy formal.
-Es fantástico-. Dije alegre y emocionada, no podía
esperar a que fuera mañana y me pudiera poner el conjunto que me había
elegido mi amiga, perfecto para la ocasión.
Después de un pleito con Morfeo, logré caer en un
profundo sueño cerca de la una de la madrugada, al día siguiente me desperté
con toda la energía del mundo un poco antes de las 9 de la mañana, cuando
me dispuse a levantar a Yess me di cuenta que llevaban varias horas tendida su
cama, a lo que por lógica caminé hacia la cocina donde la encontré terminando
de preparar el desayuno, algo sencillo y nutritivo; una vez terminado el
desayuno y estando ya bañadas ambas.
Me arreglé para mi cita de hoy con el conjunto
previamente seleccionado, mi amiga había hecho maravillas con mi cabello con
dos broches que daban el efecto de estar haciendo una media coleta, cuando
realmente seguía parcialmente suelto.
-Preciosa me meteré a dar una ducha tengo mucho
sueño aún-. Murmuró mi amiga caminando hacia el baño, era cierto su semblante
aún gritaba "llevo poco despierta" cuando realmente no era así, por
lo que le dí un corto abrazo y deje que entrara al cuarto de baño, no sin antes
agradecerle por todo.
-¡Toc, toc!-. Sonaron unos golpes leves pero
concisos en nuestra puerta, a lo que yo pegué un brinquito debido al
susto del ruido inesperado, una vez que logré normalizar mis latidos caminé
tranquilamente hacia la puerta donde me esperaba Jassper, como siempre amable,
con unos jeans azul claro y una polera negra.
-Buenas tardes-. Me dijo amable dándome un beso en
la mejilla.
-Buenas tardes, ¿Nos vamos?-. Dije devolviéndole el
saludo, Jazz me miró y asintió dándome su brazo para que me apoyara, caminamos
en un silencio cómodo hasta su BMW negro noche, caballero como siempre
abrió la puerta del copiloto y yo susurré un quedo “gracias” mientras subía.
-Espero te guste al lugar a donde vamos-. Mencionó
Jassper más para sí mismo que para mí, mientras doblaba en la esquina de la
calzada que llevaba hacia los embarcaderos, el sol brillaba en lo alto
del horizonte regalándonos una gran vista, las nubes blancas desfilaban por el
cielo que luminoso mostraba un claro azul… el olor a sal del agua y el ruido
del romper de las olas contra las piedras eran la mejor música que podría
escucharse en estos momentos.
Cuando por fin aparcamos el coche, lo dejamos
frente a un restaurante de comida italiana, todo el lugar con acabados en
caoba, y una gran planta de vid se enrollaba en los faroles de luz que estaban
hechos de madera, unos grandes vitrales daban la bienvenida a un lugar con un
aspecto… mágico.
-¿Es aquí?-. Pregunté aún incrédula, una vez dentro
miré las mesas que estaban iluminadas por velas, dándole un toque romántico a
la velada, había decenas de parejas sentadas mesa por mesa, mirándose a los
ojos diciéndose millones de palabras que nadie más que ellos sabrían.
La velada pasó fabulosa entre charlas amenas, risas
contagiosas, silencios cómodos, una comida maravillosa pero más que nada al
lado de una persona espectacular… el tiempo voló y la luna se hizo cómplice de
nuestra velada llena de alegría y… ¿amor?
Eres... lo que mas quiero en
este mundo eso eres,
mi
pensamiento mas profundo también eres,
tan solo dime lo que es que aquí me tienes.
Eres, cuando despierto lo primero eso eres,
lo que
a mi día le hace falta si no vienes,
lo único preciosa que en mi mente habita
hoy.
Que mas puedo decirte, tal
vez puedo mentirte sin razón,
pero lo
que hoy siento, es que sin ti estoy muerto pues eres....
...lo que mas quiero en este mundo eso
eres.
Eres, el tiempo que comparto
eso eres,
lo que la gente promete cuando se quiere, mi
salvación, mi esperanza y mi fe.
Soy, el que quererte quiere
como novia soy,
el que te llevaría el sustento día a día día,
día,
el que por ti daría la vida
ese soy,
aquí estoy a tu lado, y espero aquí sentado
hasta el final,
no te has imaginado, lo que por ti he esperado
pues eres...
.... lo que yo amo en este mundo eso eres...
Cada minuto en lo que pienso
eso eres...
Lo que mas cuido en este
mundo eso eres.....
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