*************************************
***********************************
Capítulo 8: ¿Dolorosas verdades y dulces mentiras?.
Yess pov.
-¿Te apetece comer
conmigo?- lo miré con una ceja alzada mientras salía de la autovía para coger
una carretera secundaria.
-Claro que si- le
sonreí y puse mi mano en la suya, que descansaba en la palanca de cambios.
-¿No tienes clases
hoy?- me acarició los nudillos con su pulgar.
-No, hoy será la
expulsión de uno de mis profesores y no tengo clase- desvió su mirada un
nanosegundo hacia mi cara y luego la giró hacia la carretera.
-¿Qué ha pasado?
Me conocía demasiado
bien...
Era increíble... en
tan poco tiempo y lo mucho que me conocía.
-Se quería sobrepasar
de listo- dije sin más y él apretó mi mano, incitándome a que siguiera con mi
relato- Quería... quería que mi pareja fues... fuese...- no pude decir su
nombre en voz alta y delante de la presencia de Emmett, lo que provocó que su
mirada estuviese en mis ojos demasiados segundos para mi gusto...
-Vale... él...-
susurró desviando su mirada de mis ojos hacia la carretera- ¿Qué más?
Suspiré sonoramente e
intenté tranquilizarme.
-Nos estaba obligando
a ser un equipo y por lo obvio...- de nuevo, un suspiro más que audible- Me
negué y ahí empezó el enfrentamiento.
-¿Y por qué se supone
que tenía que ser con él?- su voz mostraba rabia, pero la estaba tratando de
ignorar por todos los medios...
- Porque nos
complementamos bien- dije sin pensar en el doble sentido de mis palabras... aun
así, Emmett no dijo nada.
-Vale... entonces,
¿qué pasó?- sabía que se estaba controlando y de verdad, de verdad que se lo
agradecía.
-Le recordé su pasado
y se quedó callado antes todos- hice una pausa recordando ese día- Sin
mencionar que me echó de clase- Emmett abrió mucho los ojos y paró el coche
enfrente de un restaurante.
¿Qué hora era?
Miré el reloj y me
percaté de que eran las dos de la tarde...
-¿Qué te echó de
clase?- alzó una ceja.
Claro... era normal
que estuviera extrañado y confundido... yo era de las pocas alumnas, junto con
Romina, que no nos habían echado de clase jamás. A pesar de que decíamos las
verdades como puños a todo el mundo...
-Si, pero vamos a
olvidar eso- lo miré y le sonreí para tranquilizarlo- Ya pasó- se acercó a mí y
me besó en la frente antes de asentir y salir del Volvo.
-Vamos, hermosa- me
ofreció su mano y salí del coche elegantemente a pesar de mi corto vestido y
mis altos zapatos.
Nos encaminamos hacia
la entrada del restaurante y me percaté de que todos nos miraban.
-¿Te haces una idea de
lo que provocas con ese atuendo?- susurró en mi oído mirándome de arriba abajo
con hambre.
-Dios, Emmett... no me
digas eso- le miré advirtiéndole de lo que sus palabras provocaban en mí y él
sonrió, haciendo aparecer sus dos preciosos hoyuelos.
-Es la verdad y no soy
el único que pienso eso...- miró alrededor y cogió mi cintura de manera
autoritaria, pegándome a su costado como si de una de sus ajustadas camisas se
tratara...
Miré a mi alrededor y,
efectivamente, todo el género masculino estaba mirándome.
Me ruboricé por
completo.
-Buenas tardes,
¿tienen reserva?- dijo la estridente voz de la chica que se encontraba detrás
del mostrador mirando a Emmett con ojitos de cordero a medio morir...
Rodé los ojos.
-Por supuesto- Emmett
le sonrió con su impecable sonrisa y yo, por inercia propia, me acerqué más a
su cuerpo- Emmett Mc Carthy.
La chica miró mi
cercanía con Emmett y chasqueó la lengua de manera audible –Si, pueden pasar-
dijo con fastidio- Mi compañero les guiará hasta su reservado- su mirada no
dejaba el cuerpo de Emmett.
-Muchas gracias-
Emmett le sonrió y me besó en los labios antes de seguir al maître y
encaminarnos a nuestro reservado.
-¿Cuándo se supone que
has reservado esto?- dije alucinada con el lujoso restaurante.
-Ayer, cuando te
llamé- aclaró y me sonrió de esa manera tan sexy como él sólo sabía hacer.
-¿Y qué hubiera pasado
si no hubiera podido?
-La hubiera cancelado
y punto- me aclaró sencillamente y me golpeé mentalmente.
Tonta, Yess... pues
claro que la hubiera cancelado.
-Tampoco me pasa por
desapercibido que te miran todas las féminas del lugar...- susurré antes de que
el amable maître retirara la silla para mí.
Ahora agradecía
haberme puesto elegante.
-¿Celosa?- su
sonrisilla de niño malo era implacable cuando me preguntaba eso y decidí jugar
un poco.
-¿Debería?
-No- me dijo sin más y
de repente se puso serio.
No pude preguntarle
qué le pasaba porque el camarero vino enseguida para dejarnos la carta de
vinos.
-¿Qué te apetece?
-Una Coca-Cola- dije
sin más y él sonrió.
-Vale, entonces yo
también- me sonrió y pidió las bebidas.
-¿Por qué hiciste este
reservado en uno de los restaurantes más lujosos de la ciudad?
-Pensé que sería un
buen comienzo para partir de cero- asentí pensando en sus palabras.
Tenía razón...
teníamos que partir de cero si queríamos que esta relación
funcionase de nuevo.
-Bien...
-Sé que te dije que no
hablaríamos de nuestro desliz- cerré los ojos al escuchar sus palabras- pero
tengo una pregunta que me está matando desde que lo supe- abrí los ojos y con
la mirada, le incité a que siguiese.
No encontraba mis palabras- ¿Quién es él?-
volví a cerrar los ojos y suspiré- No sé nada de él...
Tomé una respiración
profunda y abrí los ojos. Miré a esos pozos azules que me miraban con
determinación.
-Se llama Jasper y
es... el novio de Romina- una oleada de dolor, un intenso dolor, se apoderó de
mi cuerpo y reprimí el sollozo que amenazaba con rasgar mi garganta.
-¿El novio de Romina?-
dijo con los ojos abiertos como platos y sus labios se tornaron en una mueca
dolorosa.
-Si...- sentí cómo las
lágrimas rodaban por mis mejillas y cerré fuertemente los ojos para intentar
pararlas.
-Dios mío...- susurró
y sentí cómo se levantaba de su asiento y venía hasta mí- No tenía ni idea,
preciosa, te juro que no sabía nada- sus enormes brazos rodearon mi cuerpo y me
estrechó contra su cálido cuerpo.
-No te imaginas el
dolor que siento, Emmett, es mi hermana...- dije entre sollozos como pude, con
la voz tan afilada como la hoja de un cuchillo.
-Shh, cálmate, por
favor- giró la silla y me abrazó más fácilmente, teniendo un acceso directo a
mi cuerpo.
Se separó de mí y me
tendió un pañuelo de tela a la vez que limpiaba las lágrimas con sus pulgares
suavemente.
-Me llegó muy hondo,
Emmett, pensé que eras el hombre de mi vida, que serías el primero y el último,
que serías el padre de mis hijos...- sollocé más audiblemente y me apretó más
contra su enorme pecho, como si eso fuera posible...
-Cálmate, nena, estoy
aquí, no te preocupes por nada- susurró en mi oído y me dejé llevar por todo
los acontecimientos de la última semana, por todo lo que tenía guardado en mi
interior y que no había sacado hasta el momento...
Estuvimos mucho tiempo
así, ni siquiera me percaté de si alguien nos había visto. Sencillamente me
daba todo igual.
Me tranquilicé o al
menos, ya no me quedaban lágrimas por derramar y fue cuando abrí los ojos
abruptamente, encontrándome con ese mar azul que tanto adoraba o había
adorado...
-Eso es, tranquila- me
besó en la frente y cerré los ojos ante su toque- Ahora lo entiendo todo-
susurró levantándome y sentándose él en mi asiento y sentándome a mí en su
regazo- Es normal lo angustiada que estaba Romina y todo lo demás... por
Dios... ¿puede haber jugado más sucio el destino con nosotros?- coloqué mi cara
en su cuello y aspiré su increíble perfume, sintiéndome más plena y tranquila.
Su mano comenzó a
acariciar mi espalda, haciendo círculos inexistentes y tranquilizándome
completamente mientras que con la otra, me retiraba el pelo de la cara con una
suavidad increíble.
-No quiero que
derrames más lágrimas, Yess, no quiero verte sufrir de esta manera- hizo una
pausa para tranquilizar su respiración- Hoy tenía pensado empezar de cero,
pero, mi vida- me cogió la cara y me obligó a que le mirara a los ojos- No
quiero que estés confundida o con alguien a quién no amas- de mis labios de
escapó un sollozo e intenté volver a mi posición anterior, pero él me lo
impidió- No, preciosa, hablemos, necesitamos hacerlo, ¿quieres irte?- negué
frenéticamente con la cabeza, no quería desperdiciar mi preciado tiempo con él-
Bien, vale, pero tienes que tranquilizarte- asentí y me tragué el nuevo sollozo
que amenazaba con salir de la profundidad de mi garganta.
-Es... esta bi...
bien- dije como pude y él medio sonrió.
-Te haré la pregunta
más obvia que necesito saber, ¿estás preparada?- asentí sin dejar de mirarle-
¿Lo amas?- cerré los ojos de golpe y los abrí de la misma forma, encontrándome
con su mirada preocupada.
Me dediqué a mirarle
mientras buscaba la voz en mi garganta. Una vez lo hice, la abrí para decir la
mayor sinceridad que me embargaba desde hacía unos días…
-No sé lo que siento,
Emmett- su mirada reflejó un deje de tranquilidad e impaciencia a partes
iguales- No sé si lo amo o si te sigo amando a ti- miré su reacción- pero, lo
que si sé, es que me hacéis falta los dos... me cumplimentáis totalmente- su
mirada era de pura confusión.
-No te entiendo,
Yess... explícamelo, por favor- su mirada suplicante fue lo que me faltó para
unir mis labios con los suyos.
Ese beso fue
completamente salado por mis lágrimas, pero a la vez dulces por su calidez.
-Tú me das lujuria,
pasión, fuego por doquier- susurré sobre sus labios- Esas palabras calientes
que salen de tu boca y esa sonrisa de niño bueno, me vuelven loca... pero- hice
una pausa sin dejar de mirarle a los ojos- Jasper me cumplimenta en lo que a mi
carácter se refiere. Es romántico, dulce y pasional a la vez, pero no llega a
ti en ese fuego que me quema y me lleva al cielo.
-Pero eso tú no lo
sabes. No has estado con él más allá de los besos... o, ¿si?- negué
frenéticamente, tanto que me preocupé por mi cuello.
-No, pero lo siento,
no sé explicártelo, los dos me hacéis falta para tener lo que necesito.
Emmett me besó en la
mejilla antes de abrazarme como antes.
-¿Sabes que pienso?-
le alenté a seguir con un movimiento de mi cabeza- Yo siento lo mismo, pero de
manera inversa- me separé de él y lo miré a los ojos para así entender mejor
sus emociones- Tú eres como la rosa que siempre quise en mi vida, fresca,
dulce, virginal y caliente a la vez, pero Romina es candente, pasional y
romántica cuando y cómo quiere, cosa que me fascina- hizo una pausa y sentí
cómo una lágrima solitaria rodaba de su mejilla derecha- Te mentiría si te
dijera que no pensé en hacerla mía la primera vez que la vi, esa faceta de niña
pija y sabelotodo dando paso a la niña mala y caliente, me vuelve loco.
Sentí cómo mis ojos se
aguaban de felicidad y tristeza, de melancolía y soledad, de amor y odio...
-Te entiendo
perfectamente, Emmett, pero duele tanto...- dejé escapar el sollozo que
amenazaba con salir desde hacía mucho y puse mi cara en su pecho, mojando su
camisa por completo.
-Shh, Yess, por favor,
me parte el alma al verte así.
Dejé que me
tranquilizara, acariciando mi pelo y mi espalda con total ternura.
-Quiero...no, necesito
que me entiendas, todo lo que te he dicho es verdad y no quiero que estés
presionada o enfadada, por favor, créeme, créeme cuando te digo que nunca te
dejaré de querer.
-Yo tampoco, Emmett-
me sorprendí a mí misma al encontrar mi propia voz- Jamás, jamás dejaré de
quererte.
-Te quiero, hermosa-
me apretó más contra él y besó mi cuello de manera dulce, sin nada de lujuria
de por medio, tan sólo dos buenos amigos que se quieren...- Creo que será mejor
que nos demos un tiempo, ¿te parece?
Me separé de él y
restregué mis manos contra mis ojos para quitarme las lágrimas, a lo que él me
paró e hizo lo mismo que antes, quitó esas lágrimas de mi piel con sus
pulgares.
-Si, estoy de acuerdo
contigo, Emmett, necesitamos ese tiempo- él asintió sin dejar de limpiar mi
rostro.
-Haz lo que tu cuerpo
te pida, Yess, si necesitas ver a Jasper, sólo hazlo, si necesitas besarle,
sólo hazlo, yo estaré esperándote a lo que tú decidas, te lo prometo- sus
palabras no podían ser más sinceras, sus ojos y su voz me lo decía.
-Gracias- le abracé
fuertemente y puse mi cara en su cuello, disfrutando una vez más de su calidez
y de su perfume- Yo también quiero lo mismo para ti, Emm, haz lo que tu
corazón- toqué el lado donde se encontraba esa pieza tan pequeñita, pero tan
importante para poder vivir- te diga y no pienses en nada más. Yo también te
esperaré con lo que decidas, sólo te pido que si estás seguro de una cosa,
dímelo aunque sea vía e-mail, ¿de acuerdo?- él sonrió como un niño pequeño y me
abrazó de nuevo.
-Está bien, pero sólo
te diré que yo también estoy muy confuso, no creas que me hace gracia compartir
lo que es mío, aunque ahora mismo los dos somos libres para hacer lo que
queramos, todavía te siento como mía- me separé de él y le besé en los labios.
Un beso amargo y dulce
a la vez, de despedida y bienvenida... hasta mis actos estaban confusos.
Emmett, después de una
hora más o menos, se cercioró que podía dejarme en mi asiento sola y comenzamos
a hablar animadamente de todo en general, de todo sin tocar el tema que más nos
angustiaba a ambos.
Comimos entre risas y
bromas y por unas dos cortas horas, me olvidé del qué será o el que hubiera
podido ser.
Salimos del
restaurante y nos fuimos a un parque muy cerca para comernos un delicioso
helado italiano y a seguir hablando de nuestros proyectos y demás... de nuevo,
sin tocar ese tema y sin querer pensar más de lo debido.
El día se pasó muy
rápido, Emmett tuvo que dejarme tu chaqueta para que no pasara frío y nos
metimos en el Volvo corriendo, riendo y cogidos de la mano.
-¿Cuándo tienes que
volver?- le pregunté a Emmett cuando paró el coche enfrente de mi apartamento.
-Mañana- mi boca se
tornó en una mueca involuntaria, gesto que no le pasó desapercibido a Emmett-
Sé que te dije que empezaba las clases en dos días, pero tengo que estar allí
mañana porque tengo que buscar algunas piezas para los coches que tengo que
arreglar- bajé mi mirada pensando en que, otra vez, Emmett y Romina se
encontrarían... un escalofrío pasó desde mi cuero cabelludo hasta la punta de
mis pies. No podía ser tan egoísta, él me había dado carta blanca con respecto
a Jasper...y yo le había dado lo mismo... entonces, ¿qué me pasaba?- Eh- Emmett
cogió mi mentón e hizo que lo mirase a esa preciosa cara que tanto quería- No
quiero que te preocupes por nada más, ¿está bien?- sus azules ojos
resplandecían con toda sinceridad, pero le faltaba un matiz muy importante y
que adoraba... amor, ese amor que antes estaba tan presente en su mirada y que
ahora era imposible de ver por ningún lado.
-Está bien, te
extrañaré mucho...- envolví mis brazos en su cuello y acerqué mi cara a su
pecho, descansando en él como si mi vida dependiera de ello.
-No quiero que pienses
en todo lo que ha pasado- suspiré- Intentaremos sobrellevarlo como mejor
podamos hacerlo y daremos todo por estar a gusto, sea cual sea nuestra
relación, jamás perderemos nuestra amistad- me separó lo justo de él para que
pudiese mirarle a los ojos y me miró cálidamente- Es una verdadera gilipollez
hacer como si no hubiera pasado nada, porque en realidad, sí ha pasado- un deje
de alivio y dolor a la vez me traspasó el corazón- pero, de nuevo te digo, que
lo intentaremos y podremos con ello- yo asentí sin saber muy bien qué hacer y
me abrazó.
Estuvimos algún tiempo
así, pensando cada uno en sus cosas, pero abrazados, dándonos el calor el uno
al otro, sabiendo que estábamos ahí para el otro.
-Será mejor que te
vayas a descansar, nena, mañana tienes clases- suspiré asintiendo a la vez y me
separé de él a regañadientes.
No quería hacerlo...
su calor me incitaba a abrazarlo durante todo el día.
Era una sensación
fraternal más que lujuriosa o amorosa... estaba muy confundida.
Realmente
confundida...
Este día sería
inolvidable para mí, no quería que se acabara nunca, pero necesitaba
distanciarme. Distanciarme para saber qué carajos le pasaba a mi mente.
-Está bien- le sonreí
como pude y le besé suavemente en los labios, sintiendo, de nuevo, esa calidez
infinita.
Nos separamos y Emmett
se bajó del coche para abrirme la puerta.
-Duerme bien,
preciosa- me abrazó de nuevo y depositó un beso en mi frente.
En ese momento me
acordé de algo realmente importante.
-¿Dónde dormirás?
-En mi apartamento, no
te preocupes- me tranquilizó y asentí imperceptiblemente antes de mirarle a los
ojos y ofrecerle una mirada cargada de inquietud y adoración- Me lo he pasado
muy bien hoy- me sonrió dejando ver esos dos hoyuelos tan adorables.
-Yo también y lo
repetiremos, te lo aseguro- le sonreí y le besé una última vez en los labios.
Necesitaba hacerlo,
como despedida o como fuera, ahora mismo necesitaba esos labios en los míos…
PVO ROMINA
Al salir del
apartamento de Jassper sentía dolor y tranquilidad a partes iguales, por un
lado estaba mi moral herida dado a que yo hasta hace unos días me decía
en contra de la infidelidad y ahora yo había faltado a mis principios, a mis
bases morales… pero por otro tenía paz, porque de una manera u otra el error no
fue solo mío, sino de ambos, nos precipitamos creyendo amarnos lo suficiente
cuando realmente no sabíamos lo que era el verdadero amor y todo lo que causa;
tras haber desayunado con Jazz decidí que lo mejor sería irme a casa, había
cosas que aclarar con mi hermana.
Encendí mi auto y
suspiré repantigándome en el asiento del conductor, ¿Perdonaría en verdad a
Yess?, estaba decepcionada porque mi amiga hubiese fallado a nuestro juramento,
sin embargo yo también lo había hecho; necesitaba pensarlo seriamente, así que
conduje hasta un parque cercano, aparqué bajo un árbol y senté suspirando
pesadamente.
Alcé mi mirada unos
instantes y vi una pareja caminar alegremente por el parque, ambos jóvenes no
tendrían más de 15 años la chica y 17 el muchacho, sonreí de medio lado,
hacía mucho tiempo que yo no sentía eso con una pareja, la ternura, el
descubrimiento, la pena… mis ojos se inundaron de lágrimas al comprender que
todo lo que ansiaba lo podría tener con Emmett pero él estaba con Yessi,
no era justo arrebatarles su felicidad… ¿o sí?
Negué rápidamente con
la cabeza y tomé las llaves de mi coche, así que me fui directo a casa, tomé un
vaso de agua y me acomodé en el sofá de la sala a ver un poco de televisión en
lo que llegaba mi hermana.
Al escuchar la
cerradura dar vuelta di un brinco, los nervios estaban a flor de piel, pero
como dicen: “al mal tiempo buena cara”.
-Rommi-. Saludó Yess
entrando zalamera con una enorme sonrisa, mientras preguntaba: -¿Qué tal tu
noche?-.
-Difícil, con muchos
sentimientos-. Respondí intentando que no se notara mi voz ronca de tanto
sollozar.
-Necesitamos hablar-.
Dijimos al unísono lo que nos causó gracia por lo que terminamos riendo un
poco.
-¿Qué ocurrió durante
este fin de semana?-. Inquirí tranquila, después de tanto reflexionar me di
cuenta que todos fuimos víctimas de las circunstancias, claro, eso no
justificaba lo que pasó ni lo que hicimos.
-Conocí a Jassper, yo
no sabía que era tu novio, ambos estábamos en la misma clase de artes, ambos
caímos en la tentación, jugamos con fuego sin darnos cuenta y sin pensarlo ya
estábamos quemados.
Tuve tiempo de sobra
para entender que no fue bueno lo que hicimos y que me acarrearía el doble de
problemas ocultarlo, porque a la larga “no se puede ocultar el sol con un
dedo”-. Admitió bajando el rostro, mi mirada seguía clavada en la pantalla pero
en vista periférica vislumbré un par de lágrimas que comenzaban a correr por su
rostro y mi sentido maternalista salió a flote.
-Oh Yess…no te puedo
mentir diciéndote que no me duele la infidelidad de Jazz y que es el doble de
dolor sabiendo que fue contigo que eres como mi hermana; me siento decepcionada
no te lo negaré, pero no me puedo sentir molesta para siempre contigo nena,
eres como mi familia, sin sangre pero si por mi alma y hablando de errores… yo
también cometí los míos-.
Concedí abrazando a Yessi mientras ella se acurrucaba
en mi regazo, temblando entre breves sollozos.
-A la persona que
conocí en el aeropuerto fue a Emmett, la historia ya la sabes, prefiero no
repetirla… Al igual que tu no quería creer que había conocido al hombre al cual
amabas o amas. Siento mucho si te defraudé pequeña-. Dije dolida y sincera,
para ella yo siempre había sido como su ejemplo a seguir y me atormentaba
haberla decepcionado.
-¿Lo amas?-. Preguntó
sentándose frente a mí con las piernas cruzadas.
-No te lo puedo
responder-. Negué dando por zanjado el tema, la respuesta me heriría a mí pero
lo que ella dijera seguido de eso nos podría herir a las dos y yo no
arriesgaría una fraternidad de años por un hombre.
-Romina, se
honesta, ambas tenemos nuestras culpas y un hombre no será el causante de que
nos enojemos, pero necesito saberlo, por el bien de los cuatro, no solo mío o
tuyo-. Jamás la había visto tan desecha y entera a la par, pero creo que todos
habíamos cambiado mucho en estos tres días.
-Si lo amo Yess-.
Respondí observando su reacción, primero se hizo para atrás, tembló un poco
cerrando los ojos… pero cuando volvió a abrir sus lindas orbes verde hoja y
sonreírme dulcemente.
-Bien-. Dijo sin
muestra de dolor.
-¿Y tú amas a
Jassper?-. Devolví el cuestionamiento.
-Demasiado Romi. Debo
pensar muchas cosas, perdona pero me iré a dar una vuelta, no te preocupes,
¿vale?, vuelvo pronto-. Me dijo dándome un beso en la coronilla y un abrazo,
tomó su bolso y salió del apartamento.
No sabía qué hacer, ahora que había
hablado con Yess muchas cosas se aclararon, pero otras tantas me dejaron en
duda… ¿Qué habría pasado entre Emm y mi hermanita?, ¿Cómo quedaron las cosas
entre ellos?, ¿Qué sería del futuro de los cuatro?, ¿Ellos se amarían?, ¿Qué
fue lo nuestro para Emmett?
Después de pensarlo por una hora y al
ver que mi amiga no volvía, llamé nuevamente a Jazz había un par de cosas que
le concernían a él y mi hermana aclarar, tal vez lo que estaba haciendo no era
lo más correcto del mundo y yo corría el riesgo de que Yessi o Jassper salieran
heridos por mi loca y abstracta idea, sin embargo… ¿No era mejor aclarar todo
de una vez por todas?, ¿Qué podría pasar si se encuentran en el apartamento sin
que este yo presente?
Con esas dudas y preocupaciones aún
en mente, me dirigí a mi alcoba y lo llamé.
-Hey Jazz-. Saludé amable y nerviosa.
-¿Cómo estás Rom?, ¿Ya mejor?-.
Cuestionó verdaderamente preocupado.
-Eh hablado con Yess, las cosas se
aclararon entre nosotras y quedamos en no dejar que la amistad y hermandad
terminara por esta cadena de acontecimientos, sin embargo… creo que debes
venir-. Lo último lo pronuncié apenas como un murmullo, ya que mi conciencia
y mi mente se reñían qué sería lo correcto.
-Ya… ¿Quieres que vaya a tu
apartamento?, ¿Qué pasa?-. Cuestionó seguramente comenzando a buscarle un
significado a mis actos.
-Si ven por favor, necesito que
hables con mi hermana-. Respondí con seguridad, tanta que yo misma me
sorprendí.
-¿Estás segura de esto Romina?-.
Inquirió Jazz con voz contrariada, seguro no encontraba coherencia con mis
acciones y la situación, pero como dicen: “yo sé mi cuento, yo sé mis por qué”.
-Sí, ven te espero aquí dentro de una
hora-. Dije sin más para después de ello colgar, no estaba de humor como para
regatear más tiempo al teléfono.
En lo que llegaba me cambié de ropa y
me arreglé un poco, mi pinta era un desastre dado a mis largas horas de llanto,
así que una vez que estuve lista y escuché el timbre tomé mi bolso, lo dejé
pasar y le indiqué que se quedara como en su casa en lo que volvía mi amiga, yo
prefería no estar presente.
Todo quedaba en manos de ellos… el
destino de los cuatro dependía de la charla que tendrían… y yo también buscaría
mis respuestas con Emmett.
Quisiera saber que sería ser tu,
saber lo que ves cuando me miras.
saber lo que ves cuando me miras.
Si pudiera actuar una vez de ti
y cambiar la expresión que expulsas.
Quisiera saber si eres tú,
saber si te das cuenta que existo todavía.
Aunque estés aquí no te dejas ver,
no sabes que me he quedado solo,
debes regresar vamos a caer
no hay tiempo, aumenta la velocidad.
Quisiera saber si eres tú,
saber si te das cuenta que existo todavía.
Quisiera saber si eres tú,
solo tu cuerpo sigue aquí esperando por mí.
Quisiera saber que sería ser tú
y porque me volví tu infierno,
si pudiera hacerte volver
no siempre es imposible.
Quisiera saber si eres tú,
saber si te das cuenta que existo todavía.
Quisiera saber si eres tú,
solo tu cuerpo sigue aquí esperando por mí.
Y no dices nada...
y cambiar la expresión que expulsas.
Quisiera saber si eres tú,
saber si te das cuenta que existo todavía.
Aunque estés aquí no te dejas ver,
no sabes que me he quedado solo,
debes regresar vamos a caer
no hay tiempo, aumenta la velocidad.
Quisiera saber si eres tú,
saber si te das cuenta que existo todavía.
Quisiera saber si eres tú,
solo tu cuerpo sigue aquí esperando por mí.
Quisiera saber que sería ser tú
y porque me volví tu infierno,
si pudiera hacerte volver
no siempre es imposible.
Quisiera saber si eres tú,
saber si te das cuenta que existo todavía.
Quisiera saber si eres tú,
solo tu cuerpo sigue aquí esperando por mí.
Y no dices nada...
______________________________
¡Muy bien chicas! nuestra querida Romm
esta muy atareada entre trabajos y algunos pendientes más,
por ello me eh tomado la libertad de publicar este capítulo,
esperemos que muy pronto le devuelvan su portátil
y pueda volver a hacernos soñar con sus exhuberantes letras.
Espero sea de su agrado el capítulo.
Un abrazo enorme.
Yess*.*
Yess cariño mío!!!!
ResponderEliminarMil gracias por haberte tomado la molestia de subir el capítulo, de verdad q me has hecho un gran favor!
No sé q haría sin ti... C:
Yo también espero q pronto me den el portátil y pueda hacer vuestros sueños realidad. Es lo q me fascina y lo q me alegra el alma.
Espero subir un nuevo capi de INOLVIDABLE, supongo q en estos diase será posible ;D
Te quiero mil millones,
Romiina^.^