*************************************
***********************************
Capítulo 7:
Arrepentimiento.
Yess pov.
Esa noche no dormí nada… ni siquiera me había
levantado para cenar, ya que no tenía que dar ninguna excusa a Romina, ya que
no había vuelto de su “rencuentro” con Jasper…
Dios… cómo dolía…
Miré mi fino reloj de muñeca y suspiré.
Las siete de la mañana…
Me levanté y me dirigí directamente hacia la ducha,
necesitaba que el agua caliente relajara mis músculos agarrotados. Una
consecuencia de no haber dormido absolutamente nada…
Cuando entré en el baño, me desnudé y me miré al
espejo.
-Estás perfecta…- mi voz no podía ser más irónica y
mis dedos se dirigieron hacia las marcas moradas que se encontraban debajo de
mis ojos- Vaya ojeras, le harías la competencia a un puto zombi…- susurré a la
imagen que me devolvía el espejo.
Suspiré frustrada por mi paranoia y me metí de
lleno en la ducha, abriendo el agua caliente de inmediato.
Intenté por todos los medios relajarme, los
músculos de mi cuello y espalda agradecieron el agua caliente, pero mi mente no
se relajó ni un poquito…
Salí suspirando como si fuera un toro mientras
enrollaba una toalla en mi pelo y me secaba el cuerpo con otra a la vez que la
melodía de mi móvil inundaba mis oídos. Corrí hacia la cama, envolviendo mi
cuerpo con la toalla, con algo de dificultad, y sonreí al mirar el nombre de la
pantalla… “Mi niño”.
-Hola, Emm- no pude evitar saludarlo de esa manera,
joder… lo quería con toda mi alma.
-Hola, nena- seguro que sus perfectos labios
estaban curvados en una preciosa sonrisa.
-¿Qué tal?- me senté en la cama y restregué la
toalla de mi pelo para que éste se secase un poco.
-Bien, estoy a punto de subirme al avión, llegaré
en unas dos horas más o menos- me aclaró.
-Vale, estaré allí esperándote- no pude evitar
sonreír, aunque mi ojo derecho dejó que una lágrima se deslizara por mi
mejilla…
-¿Estás bien?- suspiré… ¿por qué tenía que
conocerme tan bien?
-Si, no te preocupes- mentí con la mejor voz que
pude.
-Dentro de poco estaré allí, hermosa- mi sonrisa se
ensanchó- Te quiero.
-Y yo a ti- colgué y dejé caer el móvil encima de
la cama a la vez que suspiraba.
Ésa había sido la primera verdad que había dicho en
muchos días…
Me levanté al cabo de los minutos y me dirigí hacia
el armario. Cogí un vestido, muy fino, azul eléctrico y mi ropa interior de la
cómoda que se encontraba justo al lado.
-¿Cómo voy a decirte que ya no te amo, Emm?-
susurré cuando me vestí completamente- ¿Estaré confundida?- volví a suspirar
por no sé cuánta vez en menos de una hora y me encaminé hacia el baño para
ponerme lo más decente que podía.
Cogí todo mi set de maquillaje e hice maravillas
con mi cara. Me tapé las horribles ojeras y le di a mi rostro un toque inocente
y sano con mi colorete preferido.
Miré mi reflejo y sonreí.
-Ahora sí- susurré mirando la obra de arte que
había conseguido.
Me recogí el pelo medio húmedo en una coleta alta y
salí del baño para calzarme mis tacones marrones. Cogí mi bolso y salí de la
habitación.
Miré mi reloj de muñeca y sonreí.
Eran las ocho y media de la mañana.
-Hora perfecta para irse…- volví a susurrar y salí
del apartamento cogiendo las llaves de casa y de mi Volvo en el camino.
Bajé las escaleras, sin ninguna dificultad a pesar
de mis quince centímetros de tacón, ya que no tenía ganas de esperar al
ascensor y salí al cálido día.
Me encaminé a mi preciado Volvo, mi bebé, y le di
al botón de mando para abrirlo. Me monté en él y arranqué con un suave
ronroneo.
Después de unos veinte minutos, en un camino que se
tardaba cuarenta, le había pisado fuerte, lo sabía, pero era irremediable, sólo
quería coger una velocidad alta, muy alta, para despejarme y que mi cuerpo se
llenara de adrenalina, llegué al aeropuerto.
-Joder…- gemí mirando el tremendo atasco que se
había formado en todo el centro del aeropuerto, entre taxis, personas corriendo
y conductores que querían meter sus coches dentro…
Una completa pesadilla…
-¿Quiere aparcar aquí, señorita?- escuché la voz de
un hombre justo a mi lado izquierdo y fijé mi vista en él, que estaba señalando
a un flamante Ferrari aparcado a mi derecha.
-Buenos días- dije con mi excelente educación- Por
supuesto, sería un alivio- le sonreí y puse el intermitente hacia el lado
derecho donde se encontraba el coche del hombre.
El hombre me sonrió coquetamente, cosa que pasé por
desapercibida, y sacó su lujoso Ferrari para dejarlo en doble fila.
Aparqué mi precioso bebé sin ninguna dificultad y
cogí mi bolso y las llaves antes de salir del coche.
-Muchas gracias- le sonreí y cerré el Volvo.
-De nada, para una mujer tan hermosa como usted, le
daría todo- el hombre, muy atractivo para su edad, me sonrió a la vez que cogía
mi mano y besaba el dorso de la misma.
-De todas formas, gracias- retiré mi mano con toda
la educación que pude y él me sonrió más ampliamente.
-Quizá podría agradecérmelo con una cena, ¿qué le parece?-
puse mi mejor cara para declinar la oferta.
-Verá- metí las llaves del Volvo en el bolso y me
lo coloqué en el hombro- Ahora voy a recoger a mi novio y no sería ético que me
vaya con usted a cenar teniendo pareja, ¿no cree?- alzó una ceja.
-Bueno… yo no soy celoso, señorita, además- se
comió a mi cuerpo con la mirada y ahora sí me estaba cansando- Ese cuerpo de
Diosa se puede disfrutar por partida doble, ¿no cree?
En ese momento, un enorme brazo rodeó mi cintura y
me pegó al costado de su cuerpo en un movimiento elegante, pero marcándome como
suya.
Sonreí.
Vino a mis fosas nasales ese inconfundible perfume
tan varonil y sensual a la vez, ese brazo en tensión alrededor de mi cintura y
esa respiración errática junto a mi oído…
Oh, joder…
-Este cuerpo sólo necesita un hombre como yo- esa
voz tan perfecta… la había extrañado demasiado- Y la próxima vez, espero que
tenga más educación con las mujeres.
-Oh, claro, disculpe- el hombre retrocedió dos
pasos por la voz y el enorme cuerpo de Emmett y nos sonrió una última vez antes
de meterse en su Ferrari y perderse por las calles, ahora desérticas.
-Hola, cariño- Emmett dejó su maleta en el suelo y
me abrazó como si su vida dependiera de ello.
-Hola, guapo- le sonreí y puse mi cara en el hueco
de su cuello sin ninguna dificultad gracias a mis zapatos. Sonreí.
-Te he extrañado mucho- susurró y me apretó más
contra su inmenso pecho.
-Yo también- me separé un poco y le miré a esos
preciosos ojos azules con adoración- Te quiero- me sonrió y se acercó a mí un
poco más, quedando nuestras bocas a escasos centímetros.
-Estás preciosa- sonreí más ampliamente y atacó mis
labios sin ninguna piedad.
Mis manos se dirigieron hacia su nuca y las suyas,
hacia mi cintura, acercándome aun más a su cuerpo. Su lengua se adentró en mi
boca con dureza, como queriendo borrar algo o mejor, olvidar, y yo sentí que la
mía la devoraba de la misma forma.
Su lengua comenzó a danzar con la mía, como si
nunca se hubiesen visto, como si nunca se hubiesen sentido, como no queriendo
sentir más allá de mí…
No tenía ni punto de comparación con los dos besos
que me había robado Jasper, no tenía nada que ver… Su lengua parecía estar
hecha para adentrarse en mi boca y sus labios se acoplaban a los míos como si
no pudiesen estar separados jamás…
Dios… ¿por qué era tan difícil?
Nos quedamos sin aire y Emmett puso su frente en la
mía.
-Te deseo- susurró con voz ronca y yo decidí que
intentaría olvidarme de Jasper, que ya no pensaría más nada, que ya no
existiría en mi mundo.
Ahora sólo seríamos Emmett y yo…
-Y yo- susurré de la misma forma y su boca se tornó
en una sonrisa traviesa.
-Vamos- me cogió la mano y yo saqué las llaves del
Volvo y dejé que él condujera.
Salimos del aeropuerto con el caliente ambiente a
nuestro alrededor y ni siquiera esperó a que llegáramos a la Universidad. Salió
a una carretera de tierra que daba a un bosque preciosoy paró el Volvo con
mucha ansiedad.
-Ven aquí- me quitó el cinturón de seguridad con
habilidad y me puso encima de él a horcajadas- Eres hermosa- susurró besando mi
cuello con besos húmedos, lo que provocó un audible gemido por mi parte.
-Oh, Emmett…- me acomodé más en sus piernas y sentí
su excitado miembro rozar mi entrada- Oh, mierda…- gemí y él mordió mi cuello
mientras alzaba sus caderas, provocándome más placer…
-Hermosa…- gimió y mis manos bajaron hacia su
cinturón y jalaron fuertemente de él, haciendo que Emmett gimiese más fuerte en
mi oído.
Sonreí al saber lo que le provocaba.
Con mis hábiles manos, quité los botones de su
vaquero, uno a uno, con desesperación, y bajé el bóxer con rudeza, alzando su
trasero para poder ayudarme.
-Eso es, nena- susurró con voz demasiado ronca y
sensual.
Sus varoniles manos subieron mi fino vestido por
mis muslos y retiró mi tanga hacia un lado para deslizarme hacia su miembro con
cuidado.
Gemí cuando su enorme miembro me llenó por
completo, sintiéndolo por toda mi húmeda cavidad…
Mis manos se dirigieron hacia sus hombros y las
suyas hacia mi trasero, alzándome y bajándome a su gusto, marcando el delicioso
ritmo que siempre llevaba…
No pude evitar imaginarme que era Jasper quién
atacaba uno de mis pezones sin piedad, que era Jasper quién arremetía contra mi
cuerpo una y otra vez, sintiendo sus dulces estocadas en mi interior, que era
Jasper quién me hacía enloquecer…
-Jazz…- gemí enloquecida cuando sentí que mis
paredes interiores apretaban a su nuevo visitante y él gimió rudamente en mi
oído derramándose en mi interior.
-Rom, oh, joder…- gimió y ambos paramos en seco
escuchando los gemidos del otro.
-¿Qué…?- abrí mucho los ojos y en mi mente pasaron
todas las imágenes de este trágico fin de semana…
Cuando Romina me dijo que un tal “Emmett” le había
robado un beso, que el mismo chico no salía de sus pensamientos…
-Yess…- susurró con voz rota y miré hacia abajo
encontrándome a un Emmett con lágrimas en los ojos- Perdóname, por favor,
perdóname…- murmuró abrazándome y apretando mi cuerpo contra el suyo.
-Emm…- mis ojos se anegaron de lágrimas y lo abracé
con todo el cariño y el dolor que sentía en mi cuerpo…
¿De verdad había sido tan injusta la vida para que
nuestros destinos se uniesen? ¿De verdad mi pobre hermana, mi TODO, había
estado con mi hombre? ¿De verdad podría perdonarla? ¿Podría ella perdonarme a
mí por esa traición imperdonable?
Sollocé aun más contra el pecho de Emmett y él me
apretó más contra su ancho y fuere pecho, sintiendo todo su calor.
¿Por qué había sido la vida tan cruel con nosotros?
¿Podría mirar a mi pobre hermana de la misma forma?
Volví a sollozar como nunca lo había hecho y sentí
las lágrimas de Emmett mojar mi pelo.
No sé cuánto tiempo estuvimos así, con nuestros
cuerpos unidos de todas las formas posibles, hasta que su mano comenzó a
acariciar mi largo pelo.
-Yess- me llamó y yo alcé un poco mi cabeza para
poder mirarlo- No quiero perderte- sonreí a medias al escuchar esas palabras
tan sinceras y tuve que besarle brevemente en los labios porque me moría de las
ganas por hacerlo.
-Yo tampoco, Emmett, pero no puedo decirte que te
amo de la misma forma que antes- el dolor se reflejó en sus ojos, pero muy
pronto se recompuso.
-Creo que está demás hablar de nuestra infidelidad,
sólo nos provocará más dolor- asentí bajando mi mirada de sus centelleantes
pozos azules- Pero quiero que sepas, que a pesar de eso- su mano levantó mi
barbilla y me obligó a mirarle- Vamos a intentar que todo sea como antes- negué
con la cabeza, pero él no me dejó ni siquiera hablar- Lo intentaremos y
podremos con ello, Yess, yo tampoco te amo como antes- un latigazo de dolor y
alivio apartes iguales sacudió a mi
pobre corazón- Pero no voy a dejar de quererte jamás- mi boca se tornó en una
pequeña sonrisa y lo abracé con todo el cariño que sentía por él en este
instante.
-Gracias, Emmett, gracias por ser tan comprensivo-
le besé en la mejilla y lo miré con una sonrisa.
-Vamos, hermosa, ¿te apetece desayunar conmigo?- yo
asentí rápidamente mientras me bajaba de su regazo y volvía a mi asiento,
provocando que nuestra unión tan íntima se desasiese- Sólo quiero que lo
intentemos, Yess- lo miré directamente a los ojos- Si en algún momento, sea
cual sea, ves que esto no funciona, me lo dirás y quedaremos como amigos, ¿está
bien?
-Lo mismo te digo, Emmett, no podría soportar serte
infiel de nuevo- dije apenada, pero él me levantó la barbilla con su varonil
mano y me besó en los labios suavemente.
-Así será- me sonrió y me ayudó a ponerme el
cinturón de seguridad.
¿Qué pasaría ahora? ¿Podríamos vencer contra los
verdaderos sentimientos de nuestro corazón?
PVO ROMINA
El Sol golpeo de lleno en mis ojos y yo no recordaba si quiera donde
estaba, si era mi apartamento en Chicago, mi alcoba en casa con Yess o…
podría ser… ¿la casa de Jassper?... abrí uno de mis ojos y me fijé en la
decoración las cortinas azul ultramar adornando la ventana me dieron la pista
que necesitaba, definitivamente estaba con Jazz.
Después de la noche anterior, había quedado convencida o por lo menos me
quería convencer de que la flama de nuestro amor seguía ahí, solo era cuestión
se reavivarla un poco; por lo que esta mañana sería “mañana de amor”.
Miré a mi lado y me encontré con el rostro de mi hombre sobre la
almohada durmiendo profundamente, sus risos rubios caían sobre uno de sus ojos
mientras que su perfecta nariz le daba sombra a uno de sus ojos, todo el daba
un aire de tranquilidad… pero al llegar a la mueca de su boca noté culpabilidad
y dolor.
¿Por qué?
Me acerqué
lentamente queriendo borrar con un beso de mis labios la mueca de los suyos,
por lo que lentamente me incorporé y le día un suave beso, justo cuando me
estaba alejando Jazz despertó y al encontrarse conmigo sonrío con gesto un
tanto adormilado y me devolvió el beso, de poco en poco se fue intensificando,
nuestras lenguas hacían una danza frenética por ver quién dominaría la situación...
me di la vuelta y terminé sobre de él, había olvidado por completo nuestra
carencia de ropas... por lo que el contacto sentí las ansias de tenerlo en mi
nuevamente, hice un pequeño roce de mi cadera con la suya, la fricción
humedeció por completo mi entrepierna a lo que un bulto bastante prominente
comenzó a palpitar bajo mío...
-Mi Dios-.
Gemí con una bomba de placer comenzando a formarse en mi bajo vientre.
Sus manos viajaron ociosas por
mi cuerpo, recorriendo cada centímetro, cada pulgada, con desenfreno como
queriendo grabar todo a fuego en su mente, sus labios bajaron en un beso húmedo
por mi clavícula, justo cuando sentí sus dientes rosar el lóbulo de mi
oreja uno de sus hábiles dedos se hizo paso entre mis pliegues y profundizó su
tacto embistiendo me duro y sin miramientos, mis manos viajaron
directo a su espalda enterrándole las uñas gimiendo en su oído.
-Eres tan perfecta-. Susurró
mientras seguía con su camino de besos hacia mi pecho, mis pezones
estaban tan duros que dolían, alzó su mirada hacia mí y sonrió ladino
relamiendo sus labios, mientras mordisqueaba ambos, mi cuerpo comenzaba a
sentir el fin y al ver lo injusto de su posición bajé mis manos hasta su
erección palpitante y comencé a frotar fuerte y duro, causando que Jassper
detuviera sus embestidas unos instantes sorprendido para después con otro de
sus dedos pellizcando mi clítoris, me curve sobre la cama
de puro placer... se sentía tan jodidamente bien.
Su rostro
siguió descendiendo hasta sentir su lengua en mi clítoris,
mordiendo, jalando y jugueteando, ya no soportaba más por lo que alcé su rostro
y supliqué:
-Te necesito... ¡YA!-.
Gemí retorciéndome de placer.
Se alzó lentamente en mí y
comenzamos una danza frenética y apasionada, su cuerpo se fundía con el mío en
un ritmo fuerte pero pausado, justo cuando llegó el momento de nuestro
clímax... ambos gritamos...
-Oh... oh... así Emmett-. Urgí
cuando llegaron las últimas embestidas, poniendo mi mano en cada lado de la
cabecera pegando más mi pelvis con la suya.
-¡Yess!-. Gimió cayendo sobre mi aun
envuelto en su propio éxtasis... cuando me di cuenta de los nombres que
gritamos ambos abrí los ojos rápidamente.... ¿Acaso grité Emmett?...
¿Entendí bien lo que dijo Jazz?...
¿Cómo pude en el momento más
preciado de la intimidad de una pareja gritar el nombre de otro?
Definitivamente las cosas no estaban
marchando bien, ambos habíamos querido borrar los rastros de otros besos con
los nuestros, cuando no nos dimos cuenta que esos besos estaban en nuestro
corazón y mente... en el recuerdo y sensación.
Un sollozo dolido salió de mi pecho, no aguantaba más me sentía sucia, desdichada, maltrecha... herida y sobretodo, muy confundida.
-Jas...sper-. Dije sin aliento, el dolor era tan fuerte, tan poderoso que incluso se volvía físico, mi corazón ya no aguantaba más.
Jazz alzó su mirada y vi cristalinas lágrimas descender por su cara, sus ojos estaban llenos de culpabilidad y dolor, veía que esta confusión le dolía, yo lo sabía... pero ahora más que nunca necesitaba saber... ¿Qué ocurrió?
-Dime la verdad, por favor-. Supliqué agonizante.
Se levantó de un costado mío, camino hacia el closet se puso sus prendas, me tendió las mías y con un gesto me invito a ir hacia su sala, supuse que este no era un buen lugar para hablar, ante todo él era un caballero... o eso creía.
Una vez en la sala, se sentó a mi lado y suspiró pesadamente.
-Mira... Cuando te fuiste conocí a una chica, alegre, inteligente, todo en ella es llamativo... iba en mi clase de artes y las cosas se fueron dando, te juro que lo que menos quería era herirte yo te amaba, pero ella... no sé qué es lo que siento, todo me arrebata, me envuelve y enloquece.
Cuando te conocí te amé Romina, con cada fibra de mi ser y cada parte de mi corazón, jamás haría algo a propósito que te dañase, pero no supe cómo o cuando inició-. Mientras habló en todo momento tuvo sus ojos clavados en los míos, analizando cada sentimiento que yo reflejara.
-Yo... ya no...Te...amo Jassper-. Dije bajando la mirada, era la verdad... una que ni yo misma había querido ver, pero al fin y al cabo la realidad.
-Amas a ese chico Emmett, ¿no?-. Aseguró con una sonrisa honesta en su rostro.
-Con todo mi ser, pero las cosas... son difíciles-. Murmuré cabizbaja.
-¿Por qué?-. Preguntó realmente preocupado, de un momento habíamos pasado de la pareja repleta de infidelidad y problemas a los amigos con toda la confianza y cariño del mundo, era loco e imposible, pero así era y de una forma u otra me... agradaba.
-Emmett es novio de Yess... por eso me siento mal-. Respondí honesta, vi el dolor mostrarse de lleno en sus ojos, después la claridad y al final asintió.
-¿Qué pasa?-. Inquirí al ver su mutismo.
-La última vez que hablamos, cuando decidimos alejarnos por el bien del otro... ella dijo algo como "herí a mi TODO" o algo así.... ahora comprendo las cosas a la perfección, estuviste con el novio de tu hermana mientras que ella pasaba por lo mismo... pero... ¿Y ahora qué?-. Dijo más para sí mismo que para mí.
-Ambas nos sentimos muy culpables por lo que pasó, cuando realmente ambas fuimos víctimas de las circunstancias, el destino jugó a su capricho con todos nosotros-. Concluí en un suspiro, era mucha información para asimilar en unos minutos y mi mente iba a mil por hora.
-Yess te ama eres como su hermana, eso lo pude notar en estos días... y tú también la adoras, su amistad y su cariño podrá sobreponerse a esto Romina yo lo sé-. Ánimo Jazz dándome un cálido y fraternal abrazo.
-¿Qué crees que pase ahora?, ¿Emmett y Yess habrán hablado?, pero... ¿Y si Emmett realmente quiere a Yess?-. Pensé en voz alta a lo que me sonroje por unos instantes debido a mi desliz de lengua.
-Lo más probable es que Yessi hubiese hecho lo mismo que tu y yo, ambas son personas muy maduras y quieren lo mejor para las personas que les importan... No sé si Emmett quiera a tu hermana o no, pero poniéndome en su lugar es muy fuerte estar entre tan bellas y complejas damas, ambas tienen un gran alma y encanto-. Concluyó sonriéndome.
-¿Sólo queda esperar a que el destino se digne a decirnos cuál es la siguiente jugada, cierto?-. Dije sonriendo de medio lado con aire desenfadado, ahora mismo solo quería hablar con mi hermana y aclarar las cosas.
¿Me perdonaría?, ¿Cómo me sentía yo realmente al respecto de que mi hermana y mi novio hubieran estado juntos?, ¿Jazz realmente me habría perdonado?.... ¿A quién querrá realmente Emmett?
La verdad no me queda más dudas de
que tu amor
Ya se me termino, duele pero acabó
Es difícil pero no imposible
Asimilar que en verdad te perdí
Y ahora te veo partir
Y aunque pase el tiempo
Y seas feliz con alguien más
Recuerda que no hay nada
Que haga que me olvide de ti, yo sé…
A quien tú decidiste amar
No sé si sepa que no hay personas
Como tu aquí en la tierra
Te prometo no vuelvo a llorar
Sé lo felices que están y cuiden
Lo que yo soñé, siempre quise para mí
De corazón… ámense
Sé lo triste que puedo llegar a estar
Porque al menos lo intente pero yo no gane.
La persona que tiene el
Acceso a tu corazón, mira que bendición,
Pude haber sido yo
Y aunque pase el tiempo
Y seas feliz con alguien más
Recuerda que no hay nada
Que haga que me olvide de ti, yo sé…
A quien tú decidiste amar
No sé si sepa que no hay personas
Como tu aquí en la tierra
Te prometo no vuelvo a llorar
Sé lo felices que están y cuiden
Lo que yo soñé, siempre quise para mí
Si tuviera una oportunidad
Le cambiaria el final a todo
Pero no podría porque
La verdad me da gusto que estás
Conmigo en la eternidad y entiendo
No eras para mí pero te querré siempre
Y aunque pase el tiempo
Y seas feliz con alguien más
Recuerda que no hay nada
Que haga que me olvide de ti, yo sé…
A quien tú decidiste amar
No sé si sepa que no hay personas
Como tu aquí en la tierra
Te prometo no vuelvo a llorar
Sé lo felices que están y cuiden
Lo que yo soñé, siempre quise para mí
Si tuviera una oportunidad
Le cambiaria el final a todo
Pero no podría porque
La verdad me da gusto que estás
Conmigo en la eternidad y entiendo
No eras para mí pero te querré siempre
De corazón… ámense.
Ya se me termino, duele pero acabó
Es difícil pero no imposible
Asimilar que en verdad te perdí
Y ahora te veo partir
Y aunque pase el tiempo
Y seas feliz con alguien más
Recuerda que no hay nada
Que haga que me olvide de ti, yo sé…
A quien tú decidiste amar
No sé si sepa que no hay personas
Como tu aquí en la tierra
Te prometo no vuelvo a llorar
Sé lo felices que están y cuiden
Lo que yo soñé, siempre quise para mí
De corazón… ámense
Sé lo triste que puedo llegar a estar
Porque al menos lo intente pero yo no gane.
La persona que tiene el
Acceso a tu corazón, mira que bendición,
Pude haber sido yo
Y aunque pase el tiempo
Y seas feliz con alguien más
Recuerda que no hay nada
Que haga que me olvide de ti, yo sé…
A quien tú decidiste amar
No sé si sepa que no hay personas
Como tu aquí en la tierra
Te prometo no vuelvo a llorar
Sé lo felices que están y cuiden
Lo que yo soñé, siempre quise para mí
Si tuviera una oportunidad
Le cambiaria el final a todo
Pero no podría porque
La verdad me da gusto que estás
Conmigo en la eternidad y entiendo
No eras para mí pero te querré siempre
Y aunque pase el tiempo
Y seas feliz con alguien más
Recuerda que no hay nada
Que haga que me olvide de ti, yo sé…
A quien tú decidiste amar
No sé si sepa que no hay personas
Como tu aquí en la tierra
Te prometo no vuelvo a llorar
Sé lo felices que están y cuiden
Lo que yo soñé, siempre quise para mí
Si tuviera una oportunidad
Le cambiaria el final a todo
Pero no podría porque
La verdad me da gusto que estás
Conmigo en la eternidad y entiendo
No eras para mí pero te querré siempre
De corazón… ámense.
______________________________________________
Bien, espero disfruten mucho de este capi,
Bien, espero disfruten mucho de este capi,
en especial nos costó mucho trabajo sacarlo adelante,
pero creo que al final valió la pena.
Abrazos.
Yess*.*
Cariño mío!!! Realmente es GENIAL, FABULOSO, FANTÁSTICO, MARAVILLOSO, PERFECTO... Dios... esta historia me tiene totalmente atrapada C:
ResponderEliminarGracias por hacer mi sueño un poquito más alcanzable, ojalá fuéramos las chicas de la historia... ¿no crees, mi niña hermosa? La verdad es q adoro a Emmett :D
Tengo q decirte q mañana comenzaré con el capítulo 8, ahora estoy terminando de escribir MEZCLA DE SENTIMIENTOS y no me dará tiempo. En un rato te contestaré a tu correo ;)
Muchas gracias por haber subido el capítulo, de verdad q me ayudas muchísimo, cariño.
Espero q estés bien y q tu finde sea espectacular.
Te quiero con el alma y la vida.
Te mando millones de abrazos y besos,
Romiina^.^